SAN CRISTÓBAL, República Dominicana.- El tirano Rafael Leonidas Trujillo y Molina, fue el primer dominicano que construyó en el área del Caribe la “Casa Campestre”, en la década de los 40´s, cuando el país aún vivía en medio de una pobreza profunda a lo que se sumaba la escases de escuelas en el territorio dominicano.
Trujillo, conocía la riqueza del balneario construido por los indígenas ante del descubrimiento de la isla, “La Toma” es un donde decenas de personas acudían para abastecerse de agua y otros para disfrutar de un baño antes de la dictadura. Se adueñó del lugar, instalando un cuartel militar en sus alrededores para su propio beneficio.
La zona Norte de San Cristóbal, donde se encuentra el balneario “La Toma” es todo un valle rodeado de lugares históricos, entre los que se cuentan Las Cuevas de Borbón, enclavada en las montañas del Pomier y hoy explotadas por compañías extractoras de piezas calizas.
Rafael Leonidas Trujillo, un militar conocedor de su pueblo, construyó en la misma década La Casa Caoba, lugar preferido del dictador que dominó con puño de hierro durante 30 años a la República Dominicana.
Todas las obras que construyó el tirano son hoy, y serán siempre,
los principales monumentos históricos de la provincia de San Cristóbal.
Luego de la caída de Trujillo, el ayuntamiento comenzó a rentar el lugar, donde “Los Mellizos” de la familia Nivar, fueron los primeros en administrar “La Toma”, a quienes le siguió la señora Pretrolina, hasta llegar a la manos del señor Efraín Lucas, quien invirtió una fuerte suma de dinero que ganó durante su estadía en Estados Unidos, convirtiendo este lugar en un verdadero centro turístico del país.
La Toma es actualmente un ambiente exclusivo, un lugar con un panorama natural, donde los árboles centenarios hacen una vista inolvidable junto a los caños de agua, que salen del manantial ubicado a solo metros del balneario, donde cada semana acuden miles de personas, en su mayoría turistas.
Dando una mirada a la historia, no cuenta que La Casa de Caoba fue construida en el 1940, construcción a cargo de la empresa Rodríguez Belgrado, utilizando maderas de diferentes tipos, entre ellas caoba, corazón de paloma, roble, entre otros.
La actual administración del balneario “La Toma”, a cargo de Feliz Melenciano (Felo), ha puesto interés en la seguridad de los bañistas, estableciendo un personal adiestrado para tales fines, mientras que los niños tienen un baño exclusivo que garantiza que sus padres estén tranquilos mientras disfrutan del baño de los adultos.
En las siguientes fotografías se pueden apreciar las riquezas del Centro turístico La Toma, que se encuentra a 20 minutos de la capital y a siete kilómetros de San Cristóbal.
Aún usted está a tiempo de conocer el balneario exclusivo del tirano Rafael Leonidas Trujillo y Molina, además del Campo Santo construido en el sótano de la iglesia La Consolación, donde reposó por tres meses el cadáver de Trujillo.
