martes 23 de febrero de 2010

PERIODICO DIGITAL CACAO CITY CELEBRA PRIMER ANIVERSARIO

El Periódico Digital Cacao City arriba a su primer año ,lo cual es motivo de celebración, pues el mismo constituye en una lectura amena, siempre actualizada y con un estilo único que le imprime su director.

Este medio de comunicación dinámico nació el pasado 22 de febrero desde esa ocasión ha mantenido una línea informativa independiente y de defensa de los mejores intereses de la comunidad de Los Cacaos ,de San Cristóbal y del resto del país.


El locutor Riken Lara es un joven emprendedor que ha venido revolucionando la vitácora,convirtiendo este medio en más ágil ,y más dinanámico.
Lara es un gran crativo, es una persona muy entusiasta y muy solidario, por lo que desde nuestra columna queremos desearle muchas felicidades y exhortarle a que siga hacia adelante.


Deseamos que este medio que es leido por miles de personas a nivel mundial siga logrando el posicionamiento y a la vez que le sugerimos a los comerciantes , empresarios y políticos a que continúen brindando el respaldo económico que requiere este periódico para su desarrollo y el por consiguiente el éxito de sus empresas y proyectos.

Cinco muertos en las últimas horas en SC y Baní

SAN CRISTÓBAL.- Cinco personas fallecieron en las últimas horas, la mayoría a balazos, en hechos ocurridos por separado en esta comunidad y Baní.

Los muertos son Arturo Delgado (Chuchú), de 47 años de edad, quien murió de tres balazos de parte de un sicario mientras se encontraba en la Banca Deportiva Win Sport ubicada en las proximidades del sector El Cerro.
Mientras que el vigilante Marcial Lorenzo Rodríguez, de 65 años de edad, falleció a causa de heridas de perdigones que le causaron desconocidos para despojarlo de 8 mil pesos en hecho ocurrido en una finca propiedad de un italiano en la comunidad Montaño, de la sección Sainaguá, también de San Cristóbal.

En tanto que en la Zona Industrial de Haina fue hallado muerto el vigilante Obispo Antonio Pina, de 62 años de edad, quien prestaba servicios en la empresa TTS Dominicana.
Mientras que en Baní, murió José Esmerlin Tejeda Mateo, de 21 años, al recibió una puñalada de su primo Diómedes Andrés Presinal Mateo, de igual edad, quien se quejaba porque la víctima le había robado varias veces en su casa.T
ambién en Baní falleció por electrocución el obrero Ramón Antonio Guerrero Arias, de 44 años de edad. Halló la muerte en el sector Santa Rosa cuando trató de abrir la nevera.

DNCD mata en Palenque asesino de homosexuales

PALENQUE, SAN CRISTÓBAL.- Agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) conjuntamente con autoridades policiales de aquí mataron a tiros a un joven involucrado en la muerte de dos homosexuales en la ciudad capital y de herir de gravedad a tres miembros de la Dirección de Drogas.

Iván Encarnación Polanco (Sancia o el Varón), de 21 años de edad, era uno de los hombres más buscados en los últimos meses debido a que estaba involucrado en varios asesinatos, asaltos y de herir a varios agentes del orden.

Los agentes de la DNCD lo interceptaron en el Cruce de Niza cuando en compañía de Miguel Antonio García Pérez, quien se encuentra detenido, enfrentó a las autoridades tras ser sorprendido intentando asaltar una agencia de comunicaciones Claro.

A la víctima se le ocuparon, según informó el Mayor Policial Jáquez López, Encargado de la DNCD de aquí, una pistola marca Browning, conteniendo tres cápsulas para la misma, y una motocicleta marca Yamaha RX115, color rojo vino, un celular marca Sony Ericsson, y cuyo cadáver fue enviado al Instituto de Ciencia Forense de Santo Domingo.

Angelita Trujillo hija del dictador narra su vida con su padre de modo favorable

Santo Domingo.- Angelita Trujillo, la hija menor del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, acaba de publicar sus memorias en las que aborda algunos sucesos que conmocionaron a la sociedad en sus treinta y un años de régimen, y dice de su padre que “después de casi 50 años de su muerte, aún vive presente en el palpitar de los dominicanos”.

En “Trujillo, mi padre”, que se pondrá oficialmente en circulación este jueves en la Universidad del Caribe y en Miami, Angelita describe “la reciedumbre de carácter de mi padre, su convicción en la rectoría y conducción del Estado” y dice que “con claridad meridiana sabía mi papá hacia dónde debía llevar el país” y que siempre luchó por implantar un régimen nacionalista, libre y soberano.
“Soñaba con hacer del país una patria grande. Como solía decir, jamás perdió de vista su objetivo. Me cuenta mi mamá que en cierta ocasión, de visita en los Estados Unidos, mientras hacían un recorrido de paseo en carro, se quedó absorto contemplando aquel desarrollo, los edificios, las carreteras, todo aquel bienestar imperante, y dice mi madre que de pronto la miró y enfatizando la voz le dijo: “así es como yo quiero ver a mi país”, y decía mi mamá que esas expresiones eran muy frecuentes cuando viajaban al exterior”.
Conociendo al hombre públicoA medida que transcurría el tiempo y me adaptaba a mi nueva forma de vida en el destierro, pensaba mucho en mi padre, en aquellos coloquios cuando intercambiábamos ideas, historias y anécdotas.
Esos recuerdos fueron despertando en mí un ardiente deseo de conocer al hombre más allá del padre bueno, amoroso y proveedor que yo conocía, entonces quería saber del estadista, del hombre público.
Así que, después de superar ese proceso normal de acomodación o transición a la vida en el exilio, me inicié en un ávido, pero discreto proyecto que superaba los parámetros de la curiosidad para convertirse en un propósito serio, formal, de escrutar y recopilar, toda información fidedigna que me dijera cosas de mi padre.
Pensaba en sus afanes de juventud, sus inquietudes, sus ambiciones, como encausó su vocación, así como de su prolongado ejercicio del poder. Quería agudizar más en muchas de las cosas que ya había escuchado de sus propios labios.
Acudí primero a mi madre, no por ser la persona más allegada y accesible que tenía, sino, por ser ella la más confiable y autorizada fuente de información acerca de mi padre. ¿Quién pudo haberle conocido mejor que ella? Mi madre, muy parca y reservada, le conocía como ninguna otra persona. Era su confidente, sabía de todo el agridulce saboreado en el desempeño del poder a lo largo de toda la Era de Trujillo.
Con su tierno amor maternal y con el disfrute a flor de labios, abrió para mí el escriño de sus más entrañables confidencias, me narraba y describía tantas cosas acerca de la reciedumbre de carácter de mi padre, de su convicción en la rectoría y conducción del estado. Con claridad meridiana sabía mi papá hacia donde debía llevar el país. Como nadie, logró conocer todos los rincones del territorio nacional y la idiosincrasia de los dominicanos.
Me hablaba de sus desvelos trazándose metas épicas, para engrandecer el país para encumbrarlo a un sitial de preeminencia en el concierto de las naciones, ideal supremo de su gobierno eminentemente nacionalista. Todas las acciones gubernamentales estarían siempre orientadas a la consecución de ese ideal.
Escuché a mi mamá hablarme de su valor, osadía y buena estrella. Muchas de las anécdotas que leo en los libros, ya las conocía de labios de mi madre. Los escollos no fueron pocos como veremos más adelante. Una cosa es cierta, que a medida que escuchaba los relatos de mi madre, se acrecentaba aun más mi admiración y mi amor por ese ser tan singular. Soñaba con hacer del país una “Patria Grande” como solía decir. Jamás perdió de vista su objetivo.
Me cuenta mi mamá que en cierta ocasión, de visita en los Estados Unidos, mientras hacían un recorrido de paseo en carro, se quedó absorto contemplando aquel desarrollo, los edificios, las carreteras todo aquel bienestar imperante, y dice mi madre que de pronto la miró y enfatizando la voz, le dijo: “así es como yo quiero ver a mi país”. Y decía mi mamá que esas expresiones eran muy frecuentes cuando viajaban al exterior.
Dando continuidad a mi búsqueda, fueron de mucho provecho las conversaciones sostenidas con otros familiares cercanos cuyas vivencias y conocimientos con tanto amor y generosidad compartieron conmigo.
Ramfis, particularmente, conocía mucho acerca de la trayectoria militar y política de mi padre. Es cierto que ya mayor, en algunas cosas discrepaba de mi padre, pero lo respetaba y era muy difícil decir quién quería más a quién. Mis averiguamientos abarcaron un sinnúmero de documentos personales y privados que poseo y otros a los que tuve acceso; también obtuve valiosas orientaciones recogidas de libros selectos y de todo escrito meritorio que pasara por mis manos.
De este aglutinamiento de testimonios me fue fácil concluir que, más que un sueño para mi padre, era una obsesión el ideal de hacer una Patria libre y soberana como la pensaron los libertadores.
El panorama no era nada halagüeño puesto que aún en el año 1930 el Estado yacía en la pobreza; una nación mísera, anarquizada y con una elevadísima y creciente inmigración haitiana. A pesar de ello, mi padre no se amedrentó, su voluntad titánica lo lanzó al reto de sacar el país de ese azaroso destino. Por el resultado de toda su lucha, pienso que como título correspondía a esta obra llamarse: “Del Babel al Renacimiento”
Esa fue su meta y su estrella, y no vaciló un instante y nada ni nadie le desviarían de ese norte. El país era como una nave que zozobraba, a la deriva, y él, el capitán, que en medio de la tormenta no tiembla ni duda en la suerte de salvar la nave y llevarla a puerto seguro.
Como todo hombre triunfador, gigante de la política, incansable y celoso batallador en la edificación de sus metas de gobierno.
No faltaron los detractores y adversarios; desafectos, enemigos; amigos, seguidores, colaboradores leales y desleales, en fin toda esa amalgama que conforma la realidad de la política. Pero una cosa es cierta y todos los criterios convergen en el mismo punto: que Rafael Leónidas Trujillo Molina fue una figura excepcional, extraordinaria.
¿Quién entre los dominicanos no ha oído decir que “....personas como Trujillo nacen cada cien años porque la naturaleza se resiente”? No cabe duda de que fue un individuo fuera de serie. Y hasta un autor dominicano se inspiró y escribió unos versos musicalizados que engalanan nuestro pentagrama musical que magistralmente interpretó y grabó el “Tenor de la Juventud”, Lope Balaguer. Su título: “Tierra Dominicana”.
Algunos de sus versos dicen:

“Tierra dominicana bendita tierra llena de sol, Dios derramó en tu suelo, toda su gracia, todo su amor, y un mágico milagro, la providencia te concedió, ser cuna de Trujillo que con tu savia se alimentó...”

Mi padre ingresó a la Guardia Nacional Dominicana como 2do Tte, el día 18 de diciembre del 1918, y solo once años después, el 16 de agosto de 1930, era juramentado como Presidente de la República. Esas cosas no suceden por casualidad. Es un hecho histórico fenomenal que proyecta sin ambages las dotes extraordinarios que conformaban su regia y singular personalidad.

Es por ello que, aun al día de hoy, en la arena política dominicana, cuando se trata de Trujillo no hay espectadores, todos son actores; las pasiones aún reverberan. Unos que lo detractan y otros que lo enaltecen. Unos que lo llevan en su mente y otros en el corazón; la realidad es que después de casi 50 años de su muerte, aún vive presente en el palpitar de los dominicanos.

¿Y quién es este hombre que, de una manera u otra, y en franco desafío de los años, gravita persistentemente en el quehacer de nuestro pueblo?

Es una historia fascinante, es un paralelismo histórico de la vida de un hombre y de un pueblo. Mi papá que de la nada se encumbra y alcanza las más elevadas distinciones que el poder puede ofrecer, así como caudales y cuantos bienes perecederos el ser humano puede atesorar; y el país que, simultáneamente, como Lázaro, resucita y anda, dejando atrás la indigencia, la ignominia, y se eleva como nación libre y soberana, económicamente autosuficiente y palpitando al unísono con las naciones civilizadas.

¡La nación, forjadora de mi padre; mi padre, arquitecto de la nación!

Yo me siento sumamente complacida con esta historia que con tanto amor busco sintetizar y puedo asegurar, que con creces voy colmando las expectativas que tenía cuando me inicié en estas indagatorias que me han permitido conocer cabalmente la vida de mi progenitor y que constituyen ahora el más preciado tesoro de mis memorias. Es una bella realidad matizada armoniosamente con los vocablos hacer, crear, construir, edificar, dar, servir, formar, engrandecer, palabras que sonarían profanas si no estuviesen avaladas por cinco lustros de incuestionable progreso y desarrollo.