SAN CRISTOBAL.-Como consecuencia de las últimas lluvias una de las dos viviendas que quedaron en primera línea del desagüe de la cañada tras el paso de la tormenta Noel se derrumbó precipitándose sobre el hoyo que la presión del agua ha ido formando en estos meses y años.
Decenas de vecinos contemplaban, entre indignados y temerosos, el espectáculo. La vivienda de dos plantas estaba sólidamente construida. De hecho al derrumbarse sobre el enorme hoyo la vivienda se ha mantenida entera.
Con la nueva rotura del tubo y el derrumbe de la vivienda el peligro del resto de las casas de la zona ha aumentado por lo que se requiere que las autoridades sin dilación afronten este problema antes de que adquiera dimensiones verdaderamente catastróficas.
Los vecinos deshogaban en la mañana de este sábado su impotencia cargando sus críticas contra las autoridades que nunca han hecho nada por resolver este problema, a pesar de las insistentes demandas de todos los moradores a través de su junta de vecinos y de la “red de solidaridad” de la provincia de San Cristóbal.
Se preguntan cuántas viviendas más tienen que ser destruidas por el desagüe de la cañada, cuantas familias tienen que quedarse sin viviendas para que las autoridades reaccionen y resuelvan el problema.
Pasando trabajo esta familia logró levantar su vivienda. Hoy tienen que empezar de nuevo, pero dice la señora que ya no tiene fuerzas para ello.
La casa que ha quedado en pie también está desalojada y la familia se ha podido repartir entre familiares y vecinos. Unos les alojan para vivir y otros les guardan en sus casas las pertenencias.
¿Cuándo nos tocará a los demás? Esta era la preguntan que en la mañana del sábado se hacían los vecinos del lavadero del vidrio en el barrio de Lavapies. Puede que no muy tarde, pues metereología ha anunciado que seguirá lloviendo en la zona sur.
Decenas de vecinos contemplaban, entre indignados y temerosos, el espectáculo. La vivienda de dos plantas estaba sólidamente construida. De hecho al derrumbarse sobre el enorme hoyo la vivienda se ha mantenida entera.
Con la nueva rotura del tubo y el derrumbe de la vivienda el peligro del resto de las casas de la zona ha aumentado por lo que se requiere que las autoridades sin dilación afronten este problema antes de que adquiera dimensiones verdaderamente catastróficas.
Los vecinos deshogaban en la mañana de este sábado su impotencia cargando sus críticas contra las autoridades que nunca han hecho nada por resolver este problema, a pesar de las insistentes demandas de todos los moradores a través de su junta de vecinos y de la “red de solidaridad” de la provincia de San Cristóbal.
Se preguntan cuántas viviendas más tienen que ser destruidas por el desagüe de la cañada, cuantas familias tienen que quedarse sin viviendas para que las autoridades reaccionen y resuelvan el problema.
Pasando trabajo esta familia logró levantar su vivienda. Hoy tienen que empezar de nuevo, pero dice la señora que ya no tiene fuerzas para ello.
La casa que ha quedado en pie también está desalojada y la familia se ha podido repartir entre familiares y vecinos. Unos les alojan para vivir y otros les guardan en sus casas las pertenencias.
¿Cuándo nos tocará a los demás? Esta era la preguntan que en la mañana del sábado se hacían los vecinos del lavadero del vidrio en el barrio de Lavapies. Puede que no muy tarde, pues metereología ha anunciado que seguirá lloviendo en la zona sur.