El mundo se debate en una tumba abierta esperando cadáveres causado por la pandemia Covid-19, donde se han removido los cimientos de la economía mundial, afectando de manera contundente la libertad, la vida en sociedad, las artes, las ciencias, la política, la salud, la educación, llevando millones de personas a la extrema pobreza y condenando al desempleo y al confinamiento, mientras todo esto ocurre que los políticos no entienden la magnitud de la crisis y se siguen manejando con indiferencia, llevando al mundo al límite de la incertidumbre.
Podemos observar de cómo las vacunas contra el Covid-19 están llegando de manera oportuna a los países desarrollados, mientras que a los países pobres están esperando y han confiado en sus gobiernos para tener acceso a ellas y en cambio solo esperan por sus muertos debido a que pierden la esperanza de tener dosis suficientes para ir en auxilio de los más necesitados.
La Organización Mundial de la Salud OMS, debe declarar nuevamente la emergencia mundial por la pandemia Covid-19 y agregarle a esta, la emergencia alimentaria y auxilio a la pobreza (se sabe que la pandemia ha afectado la economía, la salud y los empleos), para recordarle a los países desarrollados que la vacuna debe ser un bien universal, donde fluya para todos los países de manera proporcional y equitativa, así como también para todas las personas sin distinción de edad, raza, o género.
La situación por la que atraviesan los países más pobres, por causa de la pandemia Covid-19, me recuerda la Película de terror “La Tumba Abierta”, del escritor Gonzalo López – gallego, donde describe a un hombre que despierta de una fosa común llena de cadáveres y partes humanas, el cual no recuerda nada, ni su nombre, ni de dónde viene, ni cómo terminó allí; el hombre se abalanzaba sobre cadáveres y es rescatado por un grupo de personas que al igual parecen sufrir la misma amnesia. (¿y se preguntaban si él era uno de los responsables de la masacre? El hombre.
El Foro Económico Mundial (The World Economic Forum) introdujo en su reunión anual celebrada desde el 25 al 29 de enero del 2021 (esta vez de manera virtual), el tema de “Reconstruir la Confianza” y se refiere específicamente, citamos: “La confianza pública se está erosionando, en parte debido a la percepción de una mala gestión de la pandemia de coronavirus”. El mundo necesita que la gente no pierda la confianza porque esto puede llevarnos a la pérdida de la esperanza – cuando se pierde- morimos.
Este foro que el más importante del mundo está preocupado por «El restablecimiento de la confianza y el aumento de la cooperación mundial son cruciales para fomentar soluciones innovadoras y audaces para frenar la pandemia e impulsar una sólida recuperación. Esta reunión única será una oportunidad para que los líderes esbocen su visión y aborden las cuestiones más importantes de nuestro tiempo, como la necesidad de acelerar la creación de empleo y proteger el medio ambiente.»
Cada día vemos recorrer las calles en tapones de autos, camiones y el gentío camino al trabajo, al restaurant y a los supermercados, transitan nerviosos abriéndose pasos evitando el contacto con los transeúntes, con los ojos abiertos, nariz y boca tapadas, cuidándose de que uno pudiera contagiar. Otros deambulan en los semáforos, vendiendo de todo para ganarse el sustento y franquean los espacios y le hablan a la gente sin saber cuál de ellos le manda la muerte, solo se confían en sus mascarillas, que no sabe nadie si es material seguro. No queremos más incertidumbre, queremos que vuelvan los besos y los abrazos.
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