El Ministerio de Salud de Japón dijo el domingo que detectó una nueva variante del coronavirus en cuatro viajeros procedentes del estado brasileño de Amazonas, lo que supone otro salto en los movimientos de la pandemia.
Un
alto funcionario del Ministerio dijo que se estaban realizando estudios sobre
la eficacia de las vacunas contra la nueva variante, que difiere de las mutaciones
altamente infecciosas que se han encontrado en Reino Unido y Sudáfrica, las
cuales han provocado fuertes aumentos de los casos.
“Por
el momento, no hay evidencias que demuestren que la nueva variante encontrada
en estos viajeros de Brasil sea altamente infecciosa”, dijo Takaji Wakita, jefe
del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas, en una reunión informativa
del Ministerio de Salud.
De
los cuatro viajeros que llegaron al aeropuerto de Haneda de Tokio el 2 de
enero, un hombre de unos 40 años presentaba problemas respiratorios, una mujer
de unos 30 años tenía dolor de cabeza y de garganta, un joven adolescente tenía
fiebre y otra mujer, también adolescente, no presentaba ningún síntoma, según
el Ministerio de Salud. Todos los viajeros están en cuarentena en el aeropuerto
de Tokio, dijo el Ministerio de Salud de Brasil.
Un
miembro del personal de All Nippon Airways que lleva una máscara protectora y
un protector facial pide a los pasajeros que mantengan una "distancia
social" mientras hacen cola para embarcar
Después
de experimentar un fuerte aumento de los casos de coronavirus, Japón declaró el
jueves el estado de emergencia en Tokio y tres prefecturas vecinas de la
capital. Los casos a nivel nacional han ascendido hasta los 289.000, con 4.061
muertes, dijo la emisora pública NHK.
Brasil
es el país más golpeado por la pandemia en América Latina. Hasta el sábado,
reportaba más de 8 millones de casos documentados y más de 200.000 fallecidos
por COVID-19, según los últimos datos oficiales.
Más
controles
Japón
anunció que endurecerá sus medidas fronterizas y exigirá a todo el que quiera
entrar en el país una prueba de PCR negativa en COVID-19 hecha 72 horas antes
de su llegada, una exigencia de la que hasta ahora estaban eximidos los
japoneses y ciertos viajeros.
Tanto
los nacionales japoneses, como los residentes no nipones o quienes entren en el
país por primera vez tendrán que presentar un certificado de dicha prueba a
partir del 13 de enero y hasta que concluya el estado de emergencia declarado esta
semana en Tokio y tres prefecturas colindantes, con fin previsto para el 7 de
febrero.
Hasta
ahora los japoneses, los viajeros que entraban al país por negocios, los
estudiantes de once naciones y regiones asiáticas y oceánicas que habían
llegado a un acuerdo bilateral, y los países que no figuran en el veto
migratorio de Japón sobre más de 150 territorios estaban eximidos de certificar
un test previo.
Mientras
dure el nuevo estado de emergencia en el archipiélago, toda persona que quiera
entrar tendrá que presentar esa prueba en el país de origen y realizarse otro
test a su llegada a Japón, según explicó el Ministerio de Exteriores en un
comunicado.
Los
japoneses y residentes de otras nacionalidades que no presenten el certificado
serán trasladados a instalaciones de cuarentena designadas por el Gobierno y
transcurridos tres días se les realizará otro test de la COVID-19.
Si
el resultado es negativo, se les dejará marchar tras instalar la aplicación
para teléfonos móviles de rastreo de contactos COVID desarrollada por el
Gobierno (COCOA) para que cumplan en su vivienda los días restantes de las dos
semanas de cuarentena que el país ha implementado de forma generalizada a
partir de hoy.
Este
endurecimiento de medidas fronterizas se produce después de que Japón limitara
todavía más la migración al país y suspendiera la entrada y emisión de visados
nuevos de todo el mundo.
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