Las deficiencias del servicio por parte del Estado obligan a las familias a comprar agua para consumo y para uso doméstico.
República
Dominicana.- “El agua constituye un patrimonio nacional estratégico de uso
público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida”,
establece la Constitución dominicana en su Artículo 15. Pese a ser vital para
el desarrollo humano y las garantías de la vida, miles de familias batallan día
a día para adquirir el líquido con calidad mínima, el municipio de Haina de esta provincia de
Un
informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) resalta que en República
Dominicana el 13.3% de la población carece del servicio de agua potable.
Las
familias que no tienen acceso al agua potable o que tienen un servicio
deficiente deben incurrir en gastos adicionales para la adquisición del líquido
y desarrollar las actividades diarias que lo demandan, costos que se suman a la
canasta básica.
De
acuerdo con el informe del BID “para una familia de cuatro personas el costo
mensual de abastecerse de agua potable oscila entre un 3% y un 9% del salario
mínimo privado”, y para el agua de uso doméstico fuera de la red pública el
costo es mayor.
Dada
su importancia en el consumo e higiene diaria, la calidad y el acceso al agua
potable “pueden resultar claros indicadores del grado de desarrollo de una
nación”, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La
carencia del servicio la conocen de primera mano los residentes de Haina,
municipio de la provincia San Cristóbal que cuenta con sectores que reciben
servicio de agua potable de la Corporación del Acueducto de Santo Domingo
(CAASD) con gran intermitencia, a veces hasta de más de tres meses, por lo que
tienen que comprar agua para realizar los quehaceres domésticos.
El
levantamiento “Agua para Haina”, realizado por Acción Hainera (AHUSA) y World
Vision, resalta que los moradores sus habitantes pagan un aproximado de
RD$2,000 mensual para obtener agua potable de tomar y realizar las actividades
diarias.
El
documento indica que el costo por un botellón de cinco galones es hasta RD$70,
de los cuales adquieren una media de tres por semana. Si el servicio se obtiene
al granel, de los camioncitos expendedores, el costo oscila entre RD$30 y RD$35
y para los quehaceres domésticos, un tanque de 55 galones tiene un valor RD$50.
El
Observatorio Nacional para la Protección del Consumidor (Onpeco), explica que
en promedio, cada dominicano dispone de 78 galones de agua diarios para
satisfacer sus necesidades, pero la distribución que se hace es perjudicial
para la mayoría de los habitantes, porque se derrocha mucha agua en la
producción agropecuaria al utilizar métodos desfasados.
En
tanto, el 83% de la población dominicana consume agua embotellada. De donde el
71% lo hace para tomar y cocinar y el 42% consume entre dos y cuatro botellones
a la semana, indica el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del
Consumidor (ProConsumidor).
El
agua suministrada por la CAASD puede ser apta para el consumo humano, ya que el
índice de potabilidad es de 97.9%, por encima del mínimo aceptado por la
Organización Mundial de Salud (OMS) para el consumo humano, pero suele
contaminarse en el proceso de distribución y almacenamiento.
Los
datos que reporta la Oficina Nacional de Estadística (ONE) muestran que el
nivel máximo a escala nacional fue de 87.9 en 2016.
Problemas
con el agua potable
Las
averías en las cañerías de la CAASD, entidad que suple más de una tercera parte
del agua en República Dominicana, es uno de los factores más recurrentes de
intermitencia del suministro en el Distrito Nacional y la provincia Santo
Domingo.
La
CAASD informó que la semana pasada solucionó 213 averías en líneas de
diferentes diámetros en los sectores Villa Juana, ensanche La Fe, Las Cañitas,
El Millón, La Feria, Las Caobas, Los Farallones, Villa Duarte, Invivienda y
Lotes y Servicios.
Al
igual que los moradores de estos sectores, la señora Alba Ramírez, residente en
un barrio de Villa Mella, duró más de tres meses sin recibir el servicio debido
a una avería, por lo que se vio obligada a comprar camiones cisterna cada
semana a un costo de RD$500.
Ramírez
explicó que a ese monto semanal se suma la compra de dos botellones semanal
para tomar, a un costo de RD$70 y entre dos y tres más para cocinar, con un
valor de RD$30.
La
fundación internacional Batey Relief Alliance (BRA) puso en marcha el programa
“Agua limpia para los niños”, que se ejecuta en las provincias Monte Plata,
Pedernales, Hato Mayor, San Pedro, La Romana y el municipio Santo Domingo Este.
El
director ejecutivo de BRA, Ulrick Gaillard, dijo que la intención es distribuir
4.2 millones de paquetes purificadores de agua, para alrededor de 6,000
familias.
Explicó
que la mayoría de los bateyes reciben el líquido de pozos, ríos u otras fuentes
que se encuentran muy contaminadas, por lo que el programa apoya a las familias
para que puedan consumir agua en mejores condiciones.
Para
el economista Henri Hebrard, el acceso al agua de calidad es uno de los
factores más discriminantes en el tema de las desigualdades sociales y uno de
los factores que podría determinar el nivel social de un individuo.
Explicó
que la falta de agua es peor que la de electricidad, porque hay un impacto sobre
la salud, se afecta la capacidad de aprendizaje y la capacidad productiva.
“La
privatización de los servicios de agua en el país agrava las situación, por lo
que, hay una necesidad de que haya un Estado organizado y fuerte que permita el
acceso al agua potable de calidad a toda la población”, dijo el economista.
Impacto
en la salud
La
compra de agua no solo implica costos por la adquisición del líquido, también
afecta la salud, incrementando los gastos de las familias y del Estado en
servicios médicos.
De
acuerdo con el estudio del BID, muchas de las muertes y enfermedades diarreicas
y respiratorias que ocurren principalmente en las madres, niños y niñas son por
deficiencias de los servicios sanitarios básicos, como acceso al agua potable y
al saneamiento.
La
OPS advierte que la calidad del agua potable es un tema de alta preocupación
entre la población, debido a que la asocia a enfermedades gastrointestinales
transmitidas por bacterias que se pueden encontrar presentes en el líquido.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), las enfermedades diarreicas son la segunda mayor causa de muerte de niños menores de cinco años. En todo el mundo se producen 1,700 millones de casos de enfermedades diarreicas infantiles cada año. Conforme a Salud Pública, las enfermedades diarreicas son prevenibles, tratables y se pueden evitar mediante el acceso al agua potable y a servicios adecuados de saneamiento e higiene.
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