Por Elvin Dominici.
El
presidente de la República Dominicana Luis Abinader ha reiterado en tres
ocasiones desde su toma de posesión el pasado 16 de agosto, que no tolerará
actos de corrupción en su gobierno. Este tiene un compromiso con la soberanía
nacional y que siempre escuchará todos los reclamos, quejas y propuestas para
mejorar su gestión gubernamental.
Nosotros
le decimos al presidente que el pueblo dominicano está “harto” de los políticos
corruptos, de los abusos de poder y no toleraremos más de lo mismo; porque
estamos empoderados y vigilantes del patrimonio del pueblo. Hoy las redes
sociales son el canal que ventila a la luz pública cada acto que esté en contra
del bien común y a favor de los intereses de los crímenes de estado.
Ya
no queremos denuncias efímeras y destituciones como castigo de aquellos que no
cumplan con las leyes. El presidente tiene que ponerse los pantalones para
dejar caer sin piedad todo el peso de la ley a los salientes y actuales
políticos que sean corruptos. A este país hay que darle pruebas contundentes
que su mandato ejecutará el famoso “cambio”, ya que las promesas hoy tienen que
ser capitalizadas con resoluciones en un régimen de leyes y consecuencias.
Lo
que sí está dejando saber el joven gobierno del presidente dominicano con
ascendencia libanesa, que las malas mañas de la corrupción no salieron del
Palacio Nacional con la derrota del ex presidente Danilo Medina y el Partido de
la Liberación Dominicana (PLD).
Uno
de los temas que hemos echado de menos son las denuncias de corrupción con las
autoridades salientes de las municipalidades y el total silencio de sus nuevos
alcaldes en todo el territorio nacional. El país ha tenido un popurrí de
denuncias de sobrevaloraciones de suplidores, nómina de sueldos abultadas con
botellas, deudas millonarias de varios ministerios y entidades del gobierno;
pero, todavía no sale a la luz pública un alcalde del partido oficialista a
exponer que mañas corruptas tenía el partido morado. Entendemos que todos los
trucos de robar de la administración pasada se quedaron en las municipalidades
con los alcaldes nuevos entrantes del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Por
ejemplo, se ha confirmado que los alcaldes Manuel Jiménez, de Santo Domingo
Este; José Andújar, de Santo Domingo Oeste; la de San Juan de la Maguana, Hanoi
Sánchez; Kelvin Cruz de La Vega;
Diomedes Roque García «Raquelito», de Puerto Plata y María Mercedes Ortiz, de
Salcedo, figuran en el listado de funcionarios con registros de proveedores del
estado inhabilitados por la Dirección de Compras y Contrataciones Públicas.
Estos Dioses del olimpo que nos bendicen con sus administraciones municipales
en nuestro país, cobran dos, tres y hasta cuatro veces más como suplidores,
porque no hay cabida para darle participación a otras compañías que no estén
ligadas con el gobierno. Esto es simple corrupción.
Esta
pandemia de administradores y suplidores del estado ha sido una cultura
corrupta aplicada por décadas en la jungla política nacional. Aquí no se va al
gobierno a ser servidores públicos, sino a robar lo que se pueda en el tiempo
más corto posible y que se joda el pueblo. Esa anestesia de pendejismo popular
ya está en el pasado. Los dominicanos no permitiremos este atraco a mano armada
a los fondos del estado.
Por
otro lado, tenemos el caso de la periodista Rosa Encarnación que denunció este
martes a través del programa que presenta El Despertador, de Noticias SIN, que
su hermana, quien laboraba en el Ayuntamiento del Distrito Nacional fue
cancelada, luego que estuviera denunciando que la alcaldesa Carolina Mejia y
varios regidores estaban tomando préstamos personales en el Banco de Reservas;
poniendo como garante al cabildo. La intolerancia a defender el patrimonio
nacional sigue inerte, firme y avasallante a quienes tengan el valor de poner a
la luz pública los actos de corrupción del gobierno.
No podemos dejar de mencionar a la ministra de la Juventud, Kimberly Taveras, “La bendecida” que es tendencia en las redes sociales luego de un reportaje que le realizara la periodista Nuria Piera, se destaca que la funcionaria, de 33 años de edad, tiene un patrimonio de 106 millones de pesos, según su declaración jurada de bienes presentada ante la Cámara de Cuentas, pero acumula deudas por unos 55 millones de pesos, en un banco y dos cooperativas de Moca.
Esto le ha permitido varios lujos, cirugías estéticas y demás a costilla de los recursos del pueblo. La indignación es la píldora que tiene en alerta a esta nación. Hoy más que nunca los que no toleramos ningún acto efímero o concreto a la depredación de las arcas financieras del estado, somos nosotros el pueblo y estamos listos para tomar las calles en protestas y sacar si es necesario al joven gobierno de Abinader.
Sr.
Presidente, aquí no estamos para paños tibios, promesas incumplidas y en
término popular, “más mareo” desde el
estado. Usted tiene la potestad de ser el pionero que sane la podredumbre de
corruptela que carcome los fondos del gobierno. Sr Presidente, aquí no estamos
en que los funcionarios de su gobierno sigan ejemplos de no usar los
privilegios económicos que vienen con sus posiciones en el poder. Usted tiene
que imponer un estado de orden y leyes
como el administrador del mismo. Usted tiene que hacer sentir su
determinación de no permitir la corrupción y el despilfarro económico que
todavía merma en su gobierno.
Sr.
Presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, aquí el país tiene sed de justicia,
recuperar los recursos robados y cero tolerancia en contra de la corrupción.
Usted tiene que usar el poder que le da la constitución y recuperar lo robado
en la corrupción del gobierno pasado y en el suyo. Usted tiene que meter a la
cárcel a todo aquel que robo en el gobierno.
Finalmente,
Sr. Presidente con la mayoría de su partido en el Congreso Nacional escuche el
reclamo del pueblo y quite todos los beneficios del barrilito, cofrecito, gastos
de representación, gastos en combustibles, dietas, viáticos, etc. que tienen
todos los funcionarios y ponga su gobierno en orden o el pueblo lo pondrá a
usted fuera del poder.
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