La reciente tragedia ocurrida en la envasadora de gas licuado de petroleo en Licey al Medio, Santiago, donde una explosión ha dejado al menos once personas muertas, lamentablemente no es un hecho aislado en República Dominicana.
Siniestros similares como este han ocurrido en por lo menos 17 ocasiones en los últimos cinco años, unos siendo más letales que otros.
El más reciente de estos se produjo a principios del presente mes, en el incidente anteriormente mencionado, en una estación de gas propiedad de la Cooperativa de Servicios Múltiples Económicas (Coopegas).
Casi un año antes, la noche del viernes 6 de diciembre de 2019, se registró una explosión en el sector Villa Aura de Santo Domingo Oeste, dentro de almacén de combustible de la empresa distribuidora de Petro Fuel.
Se registraron cuatro heridos durante el incendio, dos de ellos llevados a la Unidad de Quemados del Hospital Ney Arias Lora.
El desastre fue de tal magnitud que varios pobladores de la referida localidad, afirmaron que el gasoil y aceite derramado penetró a casas de la zona.
Dos días antes una fuga de gas produjo una explosión en el Centro de Atención Integral a la Primera Infancia (Caipi) de San Juan de la Maguana, aunque en este caso fueron seis los lesionados.
Sin embargo, un accidente a mediados de noviembre de 2019 sí causó muertes. Tres defunciones y cuatro heridos, fueron registradas por las autoridades luego de que trabajadores de construcción utilizaran un producto inflamable durante actividades laborales en un edificio del sector Evaristo Morales del Distrito Nacional.
Por lo menos cuatro fueron los muertos producto de una explosión en enero del 2019, ocurrido en la comunidad Nuevo Horizonte de Los Alcarrizos, en una empresa comercializadora de combustibles.
Uno de los eventos de esta índole más memorables fue el de la explosión de Polyplas, la cual dejó a más de seis muertos, destruyó 25 viviendas y decenas de heridos.
El siniestro ocurrió momentos después de que Propagas hiciera un trasvase de combustible.
Otro accidente, fue el ocurrido en enero de 2018 cuando una explosión en el laboratorio de química de la Universidad Central del Este (UCE) fue reportado, incidente que lesionó a varios.
Igualmente durante ese mes, el estallido de un contenedor de gas no dejó víctimas fatales, sino a tres ciudadanos con heridas superficiales.
Similarmente fue informado de la explosión de una envasadora de gas en San Francisco de Macorís, no fueron reportados lesionados o fallecidos.
Otro accidente parecido fue el del estallido de una caldera en la planta de generación eléctrica San Felipe, que ocasionó varias quemaduras a tres trabajadores, a inicios de enero del 2017.
Después de esa fecha, en la fábrica Productos del Trópico “Coco López” en esta ciudad de San Cristóbal, murieron dos personas resultaron heridas al menos otras cuatro, pese a eso aun el certificado o levantamiento de la explosión realizado por el cuerpo de bomberos para la fecha, familiares de los fallecidos y abogados que llevan el caso expresan, documentos no aparece por lo que el ex jefe de esa institución para la fecha Martin Fermin “Macho” podría ser requerido por la justicia, por alegada obstrucción judicial que se le sigue a la empresa para rendir cuenta de los fallecidos y heridos.
Asimismo, un señor de 52 años fue víctima del estallido de un contenedor de gas en un taller del municipio de Vicente Noble, provincia Barahona.
En la envasadora Burende Gas de La Vega se produjo una explosión, lesionando a dos trabajadores, luego de que algunos empleados trataron de apagar los equipos de la planta eléctrica que estaban encima de una cisterna, pero al parecer esta había acumulado gas, y estalló al encender un bombillo.
El tres de marzo de 2016 se registró un incendio en la envasadora de gas Mariot Gas en Alma Rosa II en Santo Domingo Este, que cobró la vida de por lo menos tres personas.
De igual forma, por lo menos dos personas fallecieron por la explosión de la envasadora de Gas Licuado del Petróleo (GLP), en el sector La Esperanza, de Los Ríos, a inicios de 2016.
Un escape de gas creó una explosión que destruyó un restaurante en febrero del 2016, en la que no produjo muertes, aunque sí siete heridos.
Varios vehículos resultaron quemados en Santiago, tras originarse un incendio en un lavadero y aparcamiento debido a un cortocircuito y escape de gas dentro de las instalaciones.
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