Por Carlos García
San Cristóbal, República
Dominicana.- Durante décadas las comunidades
de Najayo Arriba, Semilla y La Cruz junto a otras comunidades próximas, han
solicitado a las distintas autoridades dominicanas la construcción de un paso
nivel o un elevado en esos llamados cruces de la conocida autopista 6 de
noviembre, la que inicia en la avenida General Luperón en Santo Domingo y pasa
por la provincia de San Cristóbal llegando hasta la provincia Peravia (Baní), convirtiéndolas en cruces
de muerte.
Las respuestas que han recibido
no son más que promesas incumplidas en tiempos de campañas políticas, la mirada
indistinta y ajena a lo que en estos lugares acontece a diario por parte de las
autoridades mismas.
Lo que ha dado como resultado que cientos de vidas
humanas se pierdan porque supuestamente no hay recursos para construir un
paso desnivel o elevado, mientras que los recursos son destinados y usados para
temas menos relevantes para estas comunidades.
Es una obligación del estado
dominicano dar garantías de seguridad a sus ciudadanos, que podamos circular
por carreteras seguras y no caminos de muerte, esos llamados cruces les han
arrebatado la vida a centenares de personas llenas de vida y cabe destacar que
en la República Dominicana ningún dominicano sobra.
Exigimos una vez más a las
autoridades la construcción de estos elevados o paso nivel según estimen
conveniente, no es posible que sólo se les tenga presente en tiempos de
campañas políticas a los vecinos y vecinas de estas localidades donde residen
tantas familias dominicanas.
Hacemos un llamado a las nuevas
autoridades electas y designadas por el ejecutivo a tomar acciones inmediatas
para evitar más muertes innecesarias en esta autopista 6 de noviembre, a asumir
el compromiso adquirido y a no defraudar a un pueblo que implora equidad y
devolución de sus impuestos en bienes y servicios de calidad.
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