Por Rafael Nina
En la mayoría de los países del primer mundo, salvo los Estados Unidos, la pandemia ha disminuido sus efectos mortíferos y sus ciudadanos han vuelto a una relativa normalidad en todos los aspectos de la vida en sociedad, aunque implementando protocolos que eviten rebrotes y apostando a través de los diversos laboratorios de investigación a la elaboración de una vacuna capaz de inmunizar a la comunidad de una vez por todas.
Pero dadas las noticias en República Dominicana el panorama pinta muy distinto a lo que está pasando en estos países: el Gobierno anuncia una nueva declaratoria de estado de emergencia para contener la ola de contagios que estamos viviendo en la actualidad.
Y en ese tenor me llegan a la cabeza algunas líneas sueltas:
1. Van a cerrarse los aeropuertos y los hoteles?
2. Habrá toque de queda drástico?
3. Se ordenará el cierre de las empresas que ya habían sido autorizadas a laborar?
4. En caso positivo a la pregunta anterior, los planes de compensación implementados por el gobierno volverán a venir en auxilio del empresariado y de la ciudadanía común?
5. Por qué tiempo será declarado este estado?
6. De qué forma mejora la implementación de una nueva declaratoria de emergencia el sistema sanitario y hospitalario de RD?
7. El nuevo año escolar será virtual o presencial?
8. Quien atenderá a los párvulos frente a la PC?
9. Dejaran los padres dejar de laborar para educar a sus hijos o supervisarlos? Estas son cuestiones difíciles y que crean puntos en contra de un lado y otro, y sin querer ser abogado del diablo, pensemos que si la economía colapsa, el país entero lo hará pero si la crisis por la pandemia continúa el curso que lleva, los esfuerzos por salvar el sistema de salud serán en vano y más aún en un país como el nuestro, donde ya sin Covid presentábamos grandes falencias.
Tendríamos que hablar de números: la tasa de infectados aumenta exponencialmente, la tasa de mortandad ha bajado de casi un 5% a un 1.8% aproximadamente, se han copado los centros de salud, pero la mayoría de los infectados activos están con síntomas leves o medios en sus respectivos domicilios, la cantidad de recuperados se ha incrementado rápidamente.
No estoy propugnando para que no se tomen medidas, pero que las mismas sean tomadas en cuenta pensando que lo que está pasando en la actualidad era algo que debía de esperarse.
Sapiencia a las autoridades y conciencia a los ciudadanos, equilibrio será la palabra clave en la solución final
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