Por Rafael Nina.
Los valores patrios deben ser actualizados y las campañas que se hacen para cautivar la atención de la gente deben tener otro sentido que no se limite solo a los personajes o a la gesta heroica del 27 de Febrero. En un mundo globalizado, con sus defectos y bondades, hablar de Duarte,
La Trinitaria, Libertad de Toda Potencia Extranjera, me parecen conceptos alejados del presente y seudonacionalistas, que buscan despertar un sentimiento que en este momento que viven los países que constituyen el mundo, simplemente no conectan con la gente salvo que estemos bajo un régimen dictatorial donde se persigue mantener la cohesión del pueblo en base a la creencia de que la honra y el honor de un país dependen del hecho de haber librado una guerra en determinado momento histórico contra algún imperio o nación.
Creo firmemente que tenemos que cambiar el concepto "patria" si queremos lograr hermandad y sentido de identidad basándonos en ella. Hay que preocuparse más por el presente reciente que por la historia (sin olvidar, eso jamás) pero la gente debe sentirse bien de ser dominicano porque Felix Sánchez ganó medalla de oro en unas olimpiadas a pesar de provenir de un país subdesarrollado, porque más de 200 peloteros dominicanos están actualmente en los campos de entrenamiento primaveral de la MLB.
Porque tenemos playas hermosas, porque somos un pueblo alegre y cálido con todo el que llega, porque los artistas del género urbano (como en su tiempo pasó con el merengue) son muchachos que vienen de sectores desposeídos y cantando su realidad se han superado, porque aunque aveces duela escucharlo vivimos en un país con mas libertad de expresión que en el pasado.
Porque hay trabajo y oportunidades para el que se lo propone, porque tenemos montañas bellísimas, porque desde 1966 hemos tenido un tortuoso proceso democrático que va mejorando cada 4 años, porque hay artistas como Romeo Santos, Juan Luis Guerra y otros, que han llevado nuestra música a otras latitudes, porque Junot Diaz ganó un Pullitzer, porque Balaguer, Bosch, Pedro Mir, Demorizi, Osvaldo Bazil, Tulio M. Cestero, y muchos otros escritores más llenan de orgullo los ojos de cualquier lector y porque sencillamente la patria no es algo intangible y lejano... Está en todas las cosas y en todo lo bueno que nos rodea pero que tenemos que aprender a amar y a sentir orgullo, porque de eso se trata ser dominicano.
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