SANTO DOMINGO.- La calidad de la educación primaria debe ser una apuesta fundamental para que República Dominicana mejore sustancialmente su posicionamiento en el Indice de Competitividad Global de aquí al año 2030, afirmó el reputado economista español Xavier Salas i Martín
“El problema fundamental que debe plantearse resolver República Dominicana es mejorar la calidad de la educación primaria para en el futuro ser un país competitivo con mejor calidad de vida de sus ciudadanos”, afirmó Salas i Martín en un encuentro con el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, funcionarios y técnicos de esa cartera celebrado en el Palacio Nacional.
“Aquí debe haber alguien que dijera: Antes de que llegue el 2030 la República Dominicana tendrá el mejor sistema educativo del mundo”, expresó el creador del Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial quien estuvo en el país participando en el Foro Mercado de Valores como Motor de la Competitividad.
Salas i Martín sostuvo que no hay ninguna razón para que esto no pase porque las necesidades educativas están cambiando de manera imprevisible en todo el mundo. “Todo el mundo está cambiando: los americanos saben que no lo están haciendo bien, los chinos, los finlandeses…”, apuntó.
No obstante, el experto reconoció que difícilmente las prioridades políticas coinciden con las necesidades fundamentales del Estado porque el gobierno que implementa políticas de Estado no recoge el disfrute de los beneficios.
“El problema es que el gobierno que lo implemente no es el que lo va a disfrutar. Es una razón de Estado que va mucho más allá de la política. Tiene que haber una razón de Estado”, afirmó Sala i Martín, según una nota de la Unidad de Comunicaciones del MEPyD.
Alertó a República Dominicana a que se inserte en forma decisiva a la carrera de cualificar la educación primaria porque se trata de un problema que tienen que afrontar todos los países del mundo. “La revolución tecnológica, la revolución industrial que estamos viendo, está dinamitando el sistema educativo tradicional”.
Durante el conversatorio la tarde del lunes con el ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, ingeniero Temístocles Montás junto a otros viceministros, Sala i Martín explicó que tradicionalmente se ha enseñado a los niños a hacer lo mismo que hacen los robots: a memorizar y a calcular, por lo que resulta evidente que ese tipo de educación no los prepara para competir con los robots.
“Van a perder siempre. Nunca van a poder calcular más rápido que un robot. Tenemos que enseñar a los niños a convivir con los robots, a hacer las cosas que los robots no pueden hacer. Tenemos que enseñarles a ser creativos, innovadores, devolver el papel del arte, de la creación, del cuestionamiento, de la curiosidad”, expuso el economista.
Recordó que los niños tienen toda la información en el bolsillo con su teléfono móvil, pero tienen que querer buscar la información, tener la curiosidad ellos mismos para dominar la información.
“Este es un problema que tiene este país y tienen todos los países. Está habiendo una revolución educativa en todo el mundo. Estamos igual que Estados Unidos, que Finlandia; todos tenemos un sistema educativo obsoleto que hay que cambiar”, manifestó Sala i Martín.
Consideró que “fijar como objetivo central que al 2030 República Dominicana tenga el mejor sistema educativo del mundo, no es una locura. Ha habido una revolución que nadie sabe adónde va a ir, pero que todos los países están empezando de cero”.
Sala i Martín advirtió que el país que pierda el tren (de la mejora de la educación) se queda con 50 años de retraso, tras preguntarse “cuánta revolución industrial está llegando y nuestros hijos van a competir con robots y el país que no los prepare los está condenando a pasear los perros de los ricos que sí están trabajando bien con los robots”.
Consideró que la revolución tecnológica que está habiendo ahora “va a ser cataclísmica y hay que adaptarse. Pero –insisto- las consecuencias no las va a ver ningún político que se comprometa a hacerlo. Es el sucesor de su sucesor el que comenzará a ver a estos niños que saldrán de aquí a 20 años”.
“Hay que tener una gran dosis de generosidad política o sentido de Estado para poner esa estrella norte (de la educación) para seguirla y para que gobierno tras gobierno la vayan siguiendo gane quien gane las elecciones”, reconoció el experto.
La importancia de la competitividad
Para Sala i Martín el nivel de vida de los ciudadanos está muy relacionado con el índice de competitividad del país, pues aunque no hubiese competencia con otros países, el nivel de vida depende de la productividad del trabajador y de la empresa.
“La competitividad es lo que determina la productividad de un país. Si un trabajador dominicano solo produce dos pizzas por hora, su salario nunca puede ser superior al valor de dos pizzas. Porque no genera suficiente para pagar un salario mejor, el máximo salario que puede recibir es lo que valen dos pizzas”, expuso el economista español.
Explicó que para ganar mejor salario tiene que mejorar su productividad y para mejorar su productividad necesita ampliar su educación, estar rodeado de instituciones solidas del país y de estabilidad macroeconómica.
Dijo que la mejor nota que saca República Dominicana en el Índice de Competitividad Global que es la parte macro. También la regulación, el acceso a los mercados financieros, la capacidad de innovación.
Sala i Martín expuso que los 12 pilares del Índice se explican porque el problema de la competitividad es muy complicado y no hay una solución fácil porque “si arreglas el sistema financiero y no dotas al trabajador de educación, no va a pasar nada; igual si los dotas de educación y luego no puedes financiar sus emprendedurías, tampoco va a pasar nada. Es un esfuerzo de muchos aspectos, lo cual no quiere decir que se tenga que hacer todos a la vez. Hay que priorizar”.
Recordó que la agenda de competitividad es más que nada a largo plazo, por lo que los gobiernos que hacen reformas que van a ser beneficiosas para el país, “no le van a aportan nada, ni un voto, porque el beneficio va a venir dentro de 14 años”.
Dijo que eso explica que desde el punto de vista político haya que “combinar los objetivos de largo plazo con cosas tangibles que den resultados a corto plazo. Por lo tanto la respuesta económica tiene que ver con qué es lo que se puede implementar”.
Sala i Martín reiteró que la respuesta rápida a las acciones fundamentales de un Estado es muy difícil, “pero el aspecto principal es tener la competitividad como objetivo, como el norte, como la estrella que guía el barco. Si un país quiere ser competitivo tiene que tener un norte porque no es una cosa de corto plazo y ningún gobierno va a ganar votos por ello”.
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