LOS CANDIDATOS PRESIDENCIALES DEL PLD, DANILO MEDINA, Y DEL PRD, HIPÓLITO MEJÍA, HAN DESATADO UNA VERDADERA GUERRA POLÍTICA CON LA JURAMENTACIÓN DE DESERTORES QUE LOS RESPALDAN
El transfuguismo ha vuelto a imponer el ritmo del actual proceso electoral, provocando revuelos en los estamentos políticos, sin que todavía haya sido abierta la campaña electoral de manera oficial. Desde finales del año pasado se registran numerosos casos de importantes figuras que desertan de un partido para apoyar al candidato presidencial de otra organización contraria, acentuando esta práctica que adquiere mayor dimensión en las dos principales fuerzas, cuyos candidatos han polarizado el escenario proselitista.
Entre los muchos casos de transfuguismo ha llamado la atención de los analistas el caso del ex pelotero de Grandes Ligas y alcalde de San Cristóbal, Raúl Mondesí, quien en una carrera política meteórica ha transitado los tres partidos mayoritarios en un tiempo récord debido a su gran incapacidad en todo (Analfabetismo). Mondesí pasó en el proceso electoral de 2006 del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que lo postuló como candidato a diputado por San Cristóbal. En los comicios de 2010 pasó al Partido Revolucionario Dominicanos (PRD), que lo postuló como alcalde de esa provincia; y el 1º de septiembre renunció a esa organización para volver a enfundarse en la chaqueta del peledeísmo.
Otra experiencia negativa para el candidato del PRD, Hipólito Mejía, fue la renuncia de la vicealcaldesa del cabildo de Santo Domingo Norte, la reina de belleza Ada Aimée de la Cruz, quien el 5 de septiembre anunció su apoyo al candidato del PLD, Danilo Medina, expresando que se sentía maltratada en su partido. Ahora se rumora también en los corrillos políticos la deserción en cualquier momento del alcalde de esa demarcación Francisco Fernández y de un grupo de diputados, todos cercanos a Miguel Vargas.
Para el 26 de este mes está anunciado el apoyo a Medina de la legendaria dirigente política Felipa Gómez, quien fue perredeísta, luego del Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD) y en las últimas eleciones ha apoyado al presidente Leonel Fernández y al PLD.
Pero el partido que ha enfrentado una verdadera hemorragia interna es el Reformista Social Cristiano (PRSC). Dirigentes emblemáticos se han ido al PRD, como Sergia Elena de Séliman, el 27 de octubre, quien ya tenía otra experiencia en el 2008 cuando apoyó la candidatura disidente de Eduardo Estrella; Pedro Bretón, ex administrador del Banco Agrícola y ex secretario de Agricultura, el 15 de noviembre; Manuel de Jesús Amézquita, ex secretario de Agricultura, el 26 de noviembre; Víctor Hugo Hernández (Tito), ex secretario de Agricultura y asesor del Poder Ejecutivo, el 5 de enero, entre otros. Uno que se había ido al PRD, perdió como candidato a diputado y regresó ahora al reformismo fue Sergio Cedeño.
Sonados casos de transfuguimos recientes fueron además los del entonces diputado del PRD, Rafael Calderón, quien había sido uno de los funcionarios más influyentes en el gobierno de Mejía. Calderón pasó al PLD y fue postulado como senador por Azua. Además la renuncia del secretario general del PRSC, Víctor Gómez Casanova, el 19 de mayo de 2009, quien se juramentó en el PRD y fue electo como diputado.
El ex jefe de la Policía, Pedro de Jesús Candelier, quien fue candidato presidencial del Partido Alianza Popular (PAP), en el 2008 (0.15% de los votos), apoya a Mejía después de ser descalificado en esos comicios.
Restricciones de ley
La Ley de Partidos Políticos que fue sometida al Congreso Nacional plantea restricciones a esta práctica, y en su artículo 5 establece que ningún ciudadano o ciudadana podrá estar afiliado o afiliada a más de un partido o agrupación política, ya que se renuncia “ipso facto” a la afiliación anterior.
En el párrafo de este artículo se establece: “Todo afiliado a un partido o agrupación política podrá renunciar a él, en cualquier momento, sin expresión de causa. La renuncia producirá la desafiliación por el sólo hecho de ser presentada la renuncia al presidente del partido o agrupación política, de la cual deberá depositar copia de la misma ante la Junta Central Electoral. Sin embargo, cuando esta renuncia no se haya presentado por escrito a la autoridad competente, la afiliación de hecho a otra organización política, que pueda ser probada con documentos y declaraciones públicas, se considerará como una renuncia al partido o agrupación política a la que antes estaba afiliado o afiliada”.
Mientras que en su artículo 6, la pieza consigna que los partidos y agrupaciones políticas estarán obligados a llevar un registro general actualizado de todos sus afiliados, ordenado por circunscripción, municipio y provincia, así como los del exterior.
Deberán, asimismo, proporcionar un duplicado de este registro a la autoridad competente de la Junta Central Electoral y comunicar a dicha institución las nuevas afiliaciones y las desafiliaciones que por cualquier causa se produzcan en su organización política.
“Este registro será entregado actualizado cada año a la autoridad competente de la Junta Central Electoral. El mismo contendrá las fichas correspondientes a la afiliación o desafiliación de sus miembros, firmada por la autoridad partidaria competente”, precisa.
Sobre los propósitos, principios y funciones, agrega en su artículo 7 referente a la “Libertad de afiliación”, que la ley tiene como propósito afianzar la libertad de asociación consagrada en la Constitución, estableciendo los procedimientos para la libre organización de partidos y agrupaciones políticas y garantizando el derecho de los dominicanos a afiliarse o renunciar a cualquiera de ellos.
Mientras que en “Derecho a elección y postulación”, sostiene que es un derecho esencial de los afiliados de los partidos y agrupaciones políticas: el elegir y ser elegido para cualquier función dirigencial o postulación para ocupar un cargo de elección popular. Se consagra el derecho de los afiliados a emitir un voto libre y secreto para la elección de dirigentes y candidatos.
Tipos de tránsfugas
El diccionario político de Eduardo Haro Tecglen define al tránsfuga como una persona que cambia de ideas y de partido. “Se suele aplicar en tono peyorativo cuando es un representante de ese partido en una asamblea (municipal, regional, nacional) y da su voto al partido contrario, creando la derrota del suyo. Es frecuente acusarle de estar sobornado.
La idea de cambiar de partido no es mala en sí; el individuo puede evolucionar, y también el partido puede dejar de representar, con sus oportunismos o cambios coyunturales, su opinión. Sin embargo, parece lógico que ha de renunciarse a la afiliación o la militancia, y desde luego al cargo, antes del cambio, puesto que en los sistemas democráticos de lista cerrada, que son los más comunes, nadie puede decir que haya sido elegido por el pueblo, sino que ha sido elegido su partido”.
IMPACTO DEL CAMBIO DE ZORRILLA OZUNA
Uno de los casos de transfuguismo que más ha atraído la atención del mundo político dominicano es el del general retirado Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna, jefe del Ejército Nacional en el gobierno de Hipólito Mejía (2000- 2004) y presidente del Partido Cívico Renovador (PCR). Zorrilla Ozuna apoyó el domingo 8 de este mes la candidatura de Danilo Medina, en un acto endosado por el presidente Leonel Fernández.
El general retirado ya había apoyado al candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas. en las elecciones presidenciales del 2008, cuando fue derrotado por la reelección de Leonel Fernández.
También fue postulado por la coalición del PRD y el PCR como candidato a senador por la provincia Hato Mayor en las elecciones congresionales y municipales del 2010, siendo derrotado por Rubén Darío Cruz (Rubén Toyota), del PLD. En esa ocasión acusó a sectores del gobierno de querer hacerle daño a su candidatura porque en pocos meses se había convertido en un fenómeno en la provincia.
Zorrilla Ozuna dijo que el gobierno reprimía al pueblo, usando métodos represivos, como apresar a los simpatizantes de la coalición, para quitarles la cédula y que no pudieran votar.
Se recuerda que durante la campaña electoral de 2004, cuando entonces era jefe del Ejército, Zorrilla Ozuna fue acusado por sectores peledeístas de hacer propaganda a favor de la reelección de Hipólito Mejía, distribuyendo dinero en sobres alusivos al candidato del PRD, presentando la acción, inclusive, en un spot de televisión.