LOS DOCENTES Y LAS AUTORIDADES DEL PENAL SE QUEJAN DE LA FALTA DE RECURSOS PARA EJECUTAR LOS PROYECTOS
Una de las más grandes dificultades por la que puede atravesar el ser humano es estar privado de su libertad, sobre todo cuando se es joven y se tiene toda una vida por vivir. Para muchos, la cárcel es una escuela donde se aprenden las verdaderas lecciones de vida.
Así lo explica El Fuerte, quien, en sus más de tres años recluido en Najayo Menores, manifiesta haber aprendido la lección. Con lágrimas en los ojos nos cuenta que en la calle no pensaba nada positivo, pero que ya ha visto muchos de los amigos con los que creció perderse, algunos de ellos muertos y no quiere que le suceda lo mismo.
El Centro de Atención Integral para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal (CAIPACLP), Najayo San Cristóbal, está desarrollando toda una serie de programas para los jóvenes recluidos en el recinto.
La iniciativa busca capacitar a los internos a fin de poder viabilizar su inserción en la sociedad una vez hayan cumplido su condena. Algunos de los cursos y talleres que son impartidos en el centro penitenciario son, pintura, alfarería, barbería, además de los distintos niveles de la educación básica y media.
En talleres sin butacas y con pocas comodidades, se exhiben algunos de los trabajos elaborados por estos jóvenes: pinturas, caretas de carnaval, vasijas de barro y algunas herramientas fabricadas con higu¨ero, adornan las paredes de las aulas del centro penitenciario.
“Con la creación de estos talleres de capacitación lo que el centro busca es que estos jóvenes aprendan un oficio para que cuando salgan puedan dedicarse a trabajar en lo aprendido, evitando así que vuelvan a delinquir”, nos relata la directora del penal, Ramona Coronado.
Coronado se queja de la poca ayuda que reciben para el desarrollo de sus programas.
Demanda de las autoridades educativas de San Cristóbal la instalación del Código de Media (Modalidad Prepara) para el Centro Educativo Eugenio Marí a de Hostos en aras de poder impartir los cursos de educación media bajo esta modalidad.
Testimonios que edifican
La veteranía de doña Mariana de Lora, profesora de pintura en el recinto, no le quita la satisfacción de enseñar.
Según ella, enseñar le brinda un placer indescriptible, pues de esa forma está devolviendo algo de lo que ha acumulado a lo largo de su existencia, a estos mozalbetes privados de su libertad.
Según la instructora, quien se siente más dominicana que el platano a pesar de haber nacido en Berna, Suiza, el arte es una pedagogía.
“En las condiciones de es cases que tenemos en el recinto no podemos enseñar técnicas avanzada de pintura: perspectiva, sombra o luz. Lo que les enseñamos son técnicas simples para que ellos puedan expresar lo que sienten, a través de la pintura. Las clases son impartidas en un ambiente de alegría y armonía. Aquí todos nos respetamos, y lo más importante es que todos pintan”, expresó la educadora mientras nos mostraba los pinceles gastados de su amado esposo, el fenecido Silvano Lora.
Tal como narra El Novato, interno del Caipaclp, allí ha aprendido mucho, dice que en sus más de dos años de reclusión ya realizó el octavo y actualmente cursa el primero del bachillerato, así como el taller de alfarería.
El Novato quien en el día de nuestra visita arribó a sus 19 años de edad, ocasión que su profesora y compañeros de curso aprovecharon para celebrarle el cumpleaños en el aula de clase. El festejado, entre alegría y tristeza, nos contó que se siente contento por la sorpresa que le brindaron, aunque su mayor deseo es poder salir de prisión pasa así estar junto a su hijo de un año y dos meses.
Escuela de vida
“Desde la fundación de ésta escuela el 4 de septiembre de 2006 hemos estado desarrollando una educación en valores, a fin de reintegrar a estos adolescentes que han entrado en conflicto con la ley. Tan pronto la escuela empezó a funcionar los niveles de analfabetismo se redujeron de forma considerable”, explicó Cristóbal Esquea Rosario, coordinador de la escuela. Agregó que a ésta asisten 241 internos lo que constituye el cien por ciento de la población total del recinto.
De su lado Valentín Vidal, medico y orientador del recinto penitenciario, preci só que no sólo el analfabetismo se ha reducido, sino también los niveles de violencia entre ellos, así como el índice de reincidencia en el delito.
De acuerdo al Pitbul, quien tiene más de un año recluido en Caipaclp, estar preso no es nada fácil pero tienen que adaptarse. El Pitbul entre el bullicio de sus compañeros y su argot de presidiario, relató que en lugar pueden ver sus películas, jugar nintendo y practicar algún deporte un día a la semana.
MÁS ALLÁ DE LOS BARROTES
José Joaquín Pérez, oficial del día, sostiene que la situación en Najayo Menores ha mejorado bastante pues actualmente existe un mayor orden en comparación con años anteriores. Este oficial entiende que al suprimírsele algunos privilegios como el porte de dinero en el recinto, las irregularidades que se daban en el pasado han desaparecido.
El doctor Valentín Vidal explica que en el lugar funciona un espacio muy similar a una granja en donde los mozalbetes aprenden a realizar labores de jardinería, crianza de ganado, pastoreo, entre otras actividades que les permiten sentirse útiles.
Mientras muchos de los que están libres no se detienen a disfrutar de los placeres que proporciona la libertad, el poder ir donde quieran, cuando quieran, algunos de los internos piden a las autoridades que les permitan tomar el sol con más frecuencia o ir a la cancha a practicar algún deporte. Así también, hay quienes piden que sean agregados más talleres ya que lo que existen lo han realizado y tienden a aburrirse al estar detrás de los barrotes.
Listin Diario