El motivo fue supuestamente el placer sexual que le causaba ver a sus víctimas con dolor.
Un tribunal alemán condenó este lunes a 11 años de prisión a un hombre que se hizo pasar por médico para persuadir a decenas de mujeres y niñas para que se electrocutaran, motivado supuestamente por el placer sexual que le causaba ver a sus víctimas con dolor.
David G., informático de 30 años, se presentaba en línea como médico o profesor y afirmaba que estaba realizando un estudio sobre terapia para el dolor. En algunos casos, pagó a sus víctimas entre 200 y 3.000 euros (entre 222 y 3.330 dólares) por participar en el falso experimento, en el que tenían que electrocutarse con dispositivos caseros conectados a la red eléctrica.
David G. observó y, en muchos casos, grabó las electrocuciones a través de herramientas como Skype.
El hombre fue declarado culpable de 13 casos de intento de asesinato, además de cargos de daños corporales graves, uso indebido del título y daños a la vida privada de las víctimas. Cumplirá la sentencia en un hospital psiquiátrico.
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