Realidad. Ambos sexos comparten los principales factores que enferman las arterias coronarias. Origen. Deficiencia de riego sanguíneo en músculo cardíaco
Las enfermedades cardiovasculares,
es decir, las que afectan al corazón y los vasos sanguíneos, representan la
principal causa de muerte en el mundo (unos 17 millones anualmente), de acuerdo
a informes de la Organización Mundial de la Salud, la Asociación Americana del
Corazón y el Colegio Americano de Cardiólogos.
La doctora Vizmary Pineda,
cardióloga del Cedimat, asegura que si bien no es una enfermedad 100 por ciento
prevenible, ya que hay elementos que son inherentes a la carga genética de cada
persona, como los antecedentes familiares o el sexo, el 90 % de los infartos se
origina por la presencia de uno o varios de los factores de riesgo
cardiovascular.
“Ambos sexos comparten los
principales factores que predisponen a que se enfermen las arterias coronarias,
como la edad.
El riesgo de padecer enfermedad
cardiovascular es mayor en hombres a partir de los 45 años y en mujeres después
de los 55”, dice Pineda.
Una deficiencia
Pineda especifica que el ataque al
corazón es una condición que se produce por una deficiencia de riego sanguíneo
en una zona del músculo cardíaco, casi siempre generado por la obstrucción en
una de sus arterias.
Se han identificado intervenciones
muy eficaces para prevenirlo, cuya aplicación es factible incluso en entornos
con escasos recursos.
¿Qué se puede hacer para prevenir
un infarto y mejorar la calidad de vida? La cardióloga ofrece sencillos pasos
para cuidarse.
Comprometerse con la salud. Es
importante verificar su riesgo cardiovascular. El médico puede estimarlo con
gráficas simples y darle consejos apropiados para reducir sus factores de
riesgo. El mayor peligro es la ignorancia, el no estar informado.
Alimentación balanceada. Una
dieta equilibrada es fundamental para la salud del corazón y del sistema
vascular. Se recomienda consumir abundantes frutas y verduras, cereales
integrales, car nes magras, pescado, legumbres, poca sal y azúcar. El alcohol debe
consumirse con moderación.
Ejercitarse. Debe moverse,
bailar, caminar, saltar, correr. Suba las escaleras en lugar de usar el
ascensor y camine a ritmo constante.
Si usa el autobús o el metro para
trasladarse, bájese una estación antes para andar por lo menos un cuarto de
hora al día. ¡Haga un poco de deporte! Es recomendable realizar ejercicios
cardiovasculares 45 minutos, de cuatro a cinco veces por semana.
Evitar el tabaco: El cigarrillo
daña gravemente la salud, independientemente de cómo se consuma (cigarrillos,
cigarros, pipa o tabaco para mascar).
La exposición pasiva al humo del
tabaco también es peligrosa. Lo bueno es que el riesgo de infarto de miocardio
empieza a disminuir inmediatamente después de dejar de consumir productos del
tabaco y se puede reducir a la mitad en tan solo un año.
De entre todos los factores de
riesgo, el más “fácilmente” variable y menos costoso es frenar el consumo de
cigarrillos.
Mantener una presión arterial
saludable. La alta, llamada hipertensión, se le conoce como “el asesino
silencioso”, pues se presenta sin síntomas en la mayoría de los individuos.
La hipertensión causa el desgaste
del revestimiento interior delicado de los vasos sanguíneos. Cuanto mayor sea
la presión arterial, mayor es el riesgo. Debe saber cuánto tiene de niveles de
presión y si padeces de esta enfermedad tomar las medicinas de forma regular y
visitar el médico periódicamente.
Medir los lípidos (colesterol) en
la sangre. El aumento del colesterol sanguíneo incrementa el riesgo de infarto
de miocardio y accidentes cerebrovasculares. El control del colesterol requiere
una dieta saludable y medicamentos apropiados.
Evite la diabetes: la mejor forma
de hacerlo es manteniendo su peso. Controlando el consumo de azúcares (pan,
arroz, pastas, bebidas en alto contenido de azúcar).
La primera visita al doctor
Otra forma de prevenir es detectar
los problemas a tiempo. Una de las mayores dificultades es que la enfermedad
suele ser silente, por lo cual generalmente se gesta muchos años antes de que
se presente el resultado final.
Son pocas las personas que tienen
síntomas previos y habitualmente estos se producen en etapas cercanas al
infarto, denominadas pre-infarto.
Es importante que todo paciente que
sienta los dolores precordiales, es decir, en la región del tórax, que tengan
irradiación al brazo izquierdo y a la mandíbula, debería visitar a un
profesional de la salud.
0 comentarios :